La playa exhala una atmósfera serena, con sus aguas cristalinas y azules que brillan bajo el sol. Sin embargo, la presencia de algas negras, peces sin vida y aves que sobrevuelan la orilla crean una atmósfera bastante peculiar. Las casas abandonadas que bordean la playa sólo añaden a la sensación inquietante, como si hubieran sido abandonadas por mucho tiempo. A pesar de estas rarezas, la playa sigue siendo un espectáculo pintoresco para contemplar.