Situada a pocos pasos del centro de la Zona Romántica, esta playa es un lugar excelente para disfrutar del sol y de las aguas cristalinas y prístinas. La arena es suave y sedosa, lo que la convierte en un lugar encantador para nadar. Las olas pueden variar en tamaño dependiendo del día y la hora, pero siempre son divertidas para surfear. Sin embargo, hay que tener cuidado con las medusas, ya que a veces se pueden encontrar en el agua.
La playa tiene una afluencia moderada de familias y grupos de personas que disfrutan del sol y del surf. Varios hoteles están situados a lo largo de la playa y hay un restaurante frente al mar, aunque no probamos la comida debido a las críticas desfavorables. Sin embargo, las bebidas estaban decentes.
Si necesitas sombra, puedes alquilar una sombrilla en una de las pequeñas tiendas que venden flotadores cerca del restaurante. El precio es razonable y el vendedor estará encantado de llevar la sombrilla hasta el lugar que desees en la playa y de instalarla allí.