Esta playa es impresionante y agradablemente poco concurrida. Es un lugar ideal para dar un paseo al atardecer, donde puedes mojar tus pies en las olas que se retiran con cada paso. Las olas espumosas brillan al sol, y aunque el mar no es el más tranquilo, nadar es posible si estás bien con la ocasional ola fuerte. A medida que llegan a la orilla, las olas pierden su fuerza y crean una suave lámina de agua que lava tus pies. Mantén tus ojos abiertos, y quizás incluso puedas ver pasar ballenas jorobadas.