Sin duda la mejor playa de Bélgica, este impresionante lugar cuenta con aguas cristalinas, arena blanca y una bulliciosa zona comercial a pocos pasos de distancia. Además, está convenientemente conectada a la ruta de tranvía más larga del mundo, lo que facilita el acceso. En los días cálidos que visitamos, el agua estaba a la temperatura perfecta para divertirse al sol. Sin embargo, ten cuidado: esta playa es un lugar muy popular, así que es importante mantener un ojo cercano en tus pequeños y asegurarte de que sean fácilmente identificables con etiquetas de nombre. Para aprovechar al máximo tu visita, asegúrate de empacar todos los elementos esenciales, incluyendo trajes de baño, tiendas de campaña y juguetes de arena.