Lamentablemente, la playa ya no existe debido a la avaricia de los propietarios de negocios que construyeron edificios lo más cerca posible del océano. No obstante, el alcalde intentó rectificar la situación construyendo un paseo marítimo de concreto. Un restaurante cercano muestra fotografías de la playa de hace varias décadas, evocando una sensación de melancolía.