Visitamos la playa y quedé impresionado por su belleza deslumbrante. No obstante, mi disfrute fue de corta duración ya que la entrada al mar estaba llena de rocas y conchas, sin espacio para la arena. Además, la temperatura del agua hizo que la orilla estuviera invadida por algas, que nunca se limpiaban.
Para empeorar las cosas, los precios eran astronómicos. Un solo paraguas costaba 100 lei por persona, lo que era exorbitante, especialmente porque la playa es pública. A pesar de ser un grupo de seis, incluyendo dos niños, optamos por usar toallas en su lugar. Sin embargo, los miembros del personal se acercaron a nosotros y exigieron el pago del paraguas, lo que era ilegal.
Para colmo, el baño costaba 5 lei y una botella de medio litro de agua mineral sin gas tenía un precio de 10 lei. El camino que conducía a la playa también era polvoriento y peligroso, con rocas que podrían causar fácilmente lesiones.
En conclusión, no puedo recomendar esta playa para nadar debido a la terrible experiencia que tuve. Sin embargo, puede valer la pena visitarla durante la temporada baja para dar un paseo romántico o hacer una sesión de fotos. La única cualidad redentora de esta playa fue el parque infantil, que era gratuito y patrocinado por Lidl. A pesar de esto, nunca volveré a esta playa debido al pobre servicio, los precios exorbitantes y la experiencia de natación mediocre.