Ah, la playa. El destino veraniego por excelencia. El lugar donde puedes tomar el sol, jugar en las olas y olvidarte de todas tus preocupaciones. Y déjame decirte, esta playa en particular es una verdadera joya.
En primer lugar, el mar es tan limpio que podrías beberlo prácticamente. (Pero no lo intentes, ¿de acuerdo?) ¿Y lo mejor? Hay muy pocas personas alrededor. Es como tener tu propia rebanada privada de paraíso.
Pero no te preocupes, la playa sigue siendo bien mantenida. La arena es prístina y el área se limpia regularmente. Y si eres fanático de nadar, te encantará la gran área que está delimitada por boyas. No hay necesidad de preocuparse por ser atropellado por un bote rápido aquí.
Ahora, si buscas un poco de comodidad extra, siempre puedes alquilar una de las tumbonas de pago bajo una sombrilla. Son perfectas para descansar medio día y por 150 de madera, no romperán el banco.
Y no olvidemos las opciones de comida y bebida. Hay muchas opciones donde puedes comer algo o saciar tu sed. Y si te sientes aventurero, incluso puedes alquilar un catamarán u otro bote para un poco de diversión en el mar.
En resumen, esta playa es un verdadero ganador. Así que agarra tu protector solar y dirígete hacia allá. No te arrepentirás.