Este lugar es absolutamente impresionante. Las vistas impresionantes lo convierten en el lugar perfecto para capturar fotos memorables. La arena es increíblemente suave, pero el agua puede ser bastante fría. Para los visitantes diarios, no hay tarifa de entrada. Hay un puñado de áreas de picnic cubiertas, algunas de las cuales incluso tienen mesas y sillas. En caso de que las áreas sombreadas estén ocupadas, es recomendable llevar una carpa, tienda de campaña o sombrilla. Hay vastas áreas de césped y numerosos parques infantiles para que los niños disfruten.
Es mejor llegar temprano para estacionar, ya que no hay muchos espacios disponibles. Los guardias de tráfico emitieron multas a aquellos que habían estacionado ilegalmente el día que visitamos. La playa cuenta con una piscina de marea y una larga extensión de arena blanca que se encuentra con el océano turquesa, proporcionando amplias oportunidades para nadar, caminar o simplemente descansar.
El área se mantiene impecablemente limpia y tiene múltiples baños públicos disponibles. Si planea estar allí temprano o tarde, se recomienda que traiga su propio papel higiénico, ya que solo se reabastece alrededor de las 10 a.m. y puede agotarse más tarde en el día. Además, algunos de los dispensadores de jabón estaban vacíos, por lo que es recomendable llevar desinfectante de manos o jabón.
Hay muchas instalaciones de barbacoa disponibles para todos los que quieran disfrutar de una barbacoa. Hay algunos chalets y lugares para acampar, ambos con y sin electricidad, que se pueden alquilar a un costo mínimo. En general, este lugar es una verdadera joya de Ciudad del Cabo.