Este lugar ha sido olvidado durante décadas, pero al menos las luces de la calle todavía funcionan. El edificio, una vieja aserradero abandonado, estaba destinado a ser un parque de patinaje, pero parece más un montón de estiércol. La única cosa digna de nota es el rodillo de pintura azul en la parte inferior derecha, que cuesta más llevarlo que tirarlo en el contenedor. La playa tiene arena gris con guijarros y ninguna área para depósitos o mantenimiento de mascotas. A pesar de esto, la increíble acústica hace que sea un gran lugar para conciertos, si se hace una inversión media o se derriba el edificio y se construye un parque de patinaje decente. Todo considerado, esta playa obtiene 3 estrellas porque todavía es una de mis esquinas favoritas.