Es el lugar perfecto para escapar del bullicio de la vida cotidiana. Con muchas camas solares y piscinas, es un lugar ideal para tomar el sol y darse un chapuzón en el agua salada. Aunque puede llegar a estar bastante concurrido, aún vale la pena el precio de 5,50 € de entrada. También se pueden alquilar sombrillas por un pequeño precio, lo cual es genial si no encuentras un lugar a la sombra. También hay algunos restaurantes y quioscos que ofrecen bocadillos y bebidas, por lo que no es necesario llevar tu propia comida. Los baños también están disponibles de forma gratuita. El único inconveniente es que el agua se acaba al final del día, por lo que no se puede descargar ni lavarse las manos. Hemos estado aquí un par de veces y sin duda volveríamos!