Esta playa es pequeña pero limpia y tranquila, y está prácticamente rodeada de montañas y exuberante vegetación. La accesibilidad es excelente y hay mucho estacionamiento. Las aguas no son demasiado frías y, como suele ser el caso con la mayoría de las playas de por aquí, el tamaño de la playa se reduce significativamente debido a la subida de la marea a las 6:00 pm. Sin embargo, la playa está bien administrada y se mantienen las distancias de seguridad. También hay servicios de socorristas, un médico, duchas, un hotel y un restaurante. En general, fue una gran descubrimiento. La única desventaja es que se encontraron dos gaviotas muertas en la orilla, pero aún así volvería. Altamente recomendable.