La playa es absolutamente impresionante, con aguas prístinas y una pequeña pero acogedora área de arena. Hay mucho que hacer aquí, con un área de juegos y múltiples trampolines para aquellos que se sienten aventureros. Las instalaciones son de primera categoría, incluyendo baños limpios y duchas refrescantes. Y cuando el hambre aprieta, hay un área de snacks que ofrece desde cócteles hasta churros, pizzas hasta helados e incluso té de burbujas. Para aquellos que buscan una experiencia gastronómica más exclusiva, el restaurante La Plage es una visita obligada. El único inconveniente es que el estacionamiento es de pago, pero es un pequeño precio a pagar por una playa tan bien equipada.