Esta playa situada en Sao Paulo es sin duda una de las mejores playas de la región. A pesar de ser pequeña, emana una sensación de exclusividad que la hace sentir como su propio refugio privado. La playa nunca está abarrotada, lo que la convierte en un lugar ideal para aquellos que buscan un ambiente tranquilo y sereno. Además, la playa está impecablemente limpia y la seguridad es una prioridad absoluta, lo que garantiza que los visitantes puedan relajarse sin preocupaciones. Si bien no hay negocios en las cercanías, esto solo agrega encanto a la playa, permitiendo a los visitantes llevar su propia comida y bebida y sumergirse verdaderamente en la belleza natural de los alrededores. En general, recomiendo encarecidamente esta playa a cualquier persona que busque una escapada tranquila e idílica.