Esta es la tercera vez visito esta playa, y tengo que decir que es una de las playas más tranquilas y seguras de todo el país. Es lamentable que los precios de los productos y servicios que se vendan hayan aumentado significativamente después de la pandemia.
Para darle una idea, en 2019, podría comprar un açaí para 10 reais. Sin embargo, hoy en 2023, ese mismo açaí cuesta 22 Reais. La opción más barata disponible son las paletas de las paletas, e incluso los alimentos más asequibles en las barras cuestan 80 REAIS, más un impuesto de consumo del 10%.
Un gran aspecto de esta playa es que puede sentarse cómodamente en las mesas con paraguas en el bar sin sentirse obligado a ordenar nada. El camarero no le presiona que haga una compra.
Además, esta playa es perfecta para las familias, con olas suaves y tranquilas. El agua es bastante fría en julio, por lo que se recomienda visitar de diciembre a marzo.