Este lugar es increíble, especialmente porque la única forma de llegar aquí es en barco o haciendo una larga caminata. Después de varias horas caminando por las colinas de Ilha Grande, finalmente llegas a Dos Ríos. Este es un prisión donde se creó el Comando Vermelho, una de las pandillas más violentas de Brasil (segunda después del PCC). ¡Incluso puedes visitar y echar un vistazo adentro!
Hay algunos restaurantes, pero ten cuidado porque puede llevar mucho tiempo que te sirvan la comida. No querrás terminar caminando a casa en la oscuridad, así que asegúrate de regresar con al menos dos horas de luz solar.
Hay varias casas y mansiones abandonadas, pero si decides explorar, recuerda ser respetuoso y cauteloso, ya que estas casas están en estado de deterioro.
La playa en sí es larga, hermosa y muy limpia. Al estar en el lado del océano, hay menos basura y menos visitantes.
Date un baño en el océano y luego refréscate en el río. Es increíblemente refrescante, casi como saltar a una piscina después de estar en el océano.
Aquí tienes un consejo: a lo largo del camino hacia Dos Ríos, encontrarás múltiples senderos y entradas pequeñas. Si caminas solo cinco minutos, te encontrarás con numerosas cascadas, manantiales y piscinas.
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