La playa que visitamos era absolutamente impresionante y aislada. Llegamos al mediodía y nos sorprendió gratamente descubrir que no estaba en absoluto abarrotada, lo que nos dio la sensación de tener la playa para nosotros solos. Incluso tuvimos el placer de avistar águilas en la zona. El agua era cristalina y tranquila, con arena pura que era una vista digna de contemplar 😍. Sin embargo, a medida que se acercaba la tarde, los vientos se intensificaron y las olas se volvieron un poco más intensas. El único inconveniente de nuestra experiencia fue la presencia de motos acuáticas, que claramente intentaban llamar nuestra atención y alquilarlas. No obstante, recomendamos encarecidamente apoyar al pequeño restaurante ubicado justo antes del final del sendero, ya que ayudan a hacer el sendero más seguro y agradable, y el personal es excepcionalmente amable. También se pueden alquilar tumbonas y equipo de snorkel en el lugar. Para llegar a la playa, simplemente camine hasta el final de la playa de Surin y continúe más allá del último restaurante. Tendrá que navegar por algunas rocas antes de llegar al comienzo del sendero, lo que lleva unos 10-15 minutos dependiendo de su velocidad de caminar. Descubrimos que caminar era una mejor opción que tomar un bote. Por último, recordamos amablemente a aquellos que planean visitar esta playa que sean respetuosos y eviten hacer ruidos fuertes que puedan molestar a otros que están allí para relajarse.