Esta encantadora playa puede requerir un poco de esfuerzo para llegar, ya que implica atravesar algunas colinas y hacer senderismo. Sin embargo, su exclusividad se ve realzada por la cercanía de varios resorts, algunos de los cuales están siendo renovados. A pesar de esto, se debe tener precaución durante la temporada de medusas, que va de mayo a octubre, ya que la presencia de señales de advertencia indica el peligro potencial. Vale la pena señalar que una sección de la playa parecía estar descuidada, pareciendo una ciudad de chabolas abandonada o una auténtica para residentes empobrecidos. Dependiendo del nivel de tolerancia o responsabilidad social de cada uno, esto puede restar valor a la experiencia en general. No obstante, la playa es visualmente atractiva, con un largo embarcadero flotante en el extremo norte y agua cristalina, lo que la hace ideal para tomar el sol y admirar la puesta de sol.