Durante el verano, lamentablemente la playa fue afectada por la contaminación, posiblemente originada por vertidos de residuos tóxicos. Como consecuencia, muchos visitantes, incluyendo niños y adultos, experimentaron irritación cutánea en forma de parches rojos o granos. Es imprescindible que una organización imparcial e internacional realice un análisis del agua para garantizar la seguridad de todos los bañistas.