Ubicada en una bahía aislada, la escena es impresionantemente hermosa. Sin embargo, la playa que una vez fue prístina, ahora se ha convertido en una vista angustiosa, plagada de residuos plásticos que han sido regurgitados por el mar. Como miembro de la humanidad, es desalentador presenciar tal falta de consideración por nuestro medio ambiente. A pesar de los esfuerzos por contener la basura, las olas y los vientos incesantes continúan dispersándola por toda la costa. No obstante, el lugar sigue siendo un lugar popular para los buceadores que buscan explorar las profundidades inexploradas del mar. La playa en sí es abrupta y rocosa, lo que la convierte en un terreno desafiante para los campistas. Durante mi estancia, experimenté una ráfaga de viento implacable que persistió durante todo el día, dejándome sintiendo frío y fatigado a pesar del calor de agosto. Al final, tuvimos que abandonar nuestra tienda y marcharnos, incapaces de resistir la fuerza implacable de la naturaleza.