Aunque sigue siendo uno de los lugares más impresionantes de Marmaris, el flujo de visitantes ha provocado un cambio en el entorno. En mi opinión, la tranquilidad que una vez existió ya no está presente. A pesar de ello, mi familia y yo hemos regresado a esta playa durante los últimos siete años, conscientes de su importancia. Insto a todos a ser conscientes del impacto que tenemos en estas maravillas naturales, al mismo tiempo que apoyamos la economía local. Estamos agradecidos por la hospitalidad de los habitantes locales que provienen de todos los rincones de Turquía.