Kempinski Hotel Barbaros Bay tiene algunas de las aguas más claras de Bodrum y cubre una gran área. El personal, especialmente en el restaurante, está bien capacitado, es servicial y educado. Sin embargo, la recepción podría ser un poco más acogedora. El ambiente del hotel es bastante tenue; Con las luces apagadas durante el día, se vuelve inquietantemente oscuro y silencioso por la noche. La falta de música o actividades animadas puede hacer que se sienta aburrido, especialmente alrededor de las áreas de piscina y restaurante. Parece que el hotel está tratando de ahorrar dinero, ya que hay pocos miembros del personal y las actividades son limitadas. Si lo que buscas es un baño tranquilo, es perfecto. Pero si quieres un ambiente animado, puede que este no sea el lugar para ti. La playa es realmente impresionante, y la comida, aunque un poco cara, es de buena calidad. Sin embargo, las habitaciones se sienten anticuadas, e incluso encontramos una araña en la nuestra.