Playa de Altinkum

¡Ah, la playa! Un lugar donde puedes disfrutar del sol, sentir la arena entre tus dedos de los pies y pagar precios exorbitantes por el privilegio. Esta playa en particular presume de tener arena amarilla y agua cristalina, como si eso fuera algo digno de mencionar. Y, por supuesto, es privada, lo que significa que tienes que pagar una tarifa elevada de 100 TL por persona para disfrutarla. Pero, al menos, hay un bar agradable y un baño limpio, ¿verdad? Si no estás dispuesto a desembolsar el dinero por la playa privada, te quedas con la pública. Y déjame decirte que no es bonita. La arena está sucia y no hay sombra. Pero, bueno, la playa sigue siendo larga y hermosa, y el agua está limpia. Quizás si todos cruzamos los dedos y rezamos con suficiente fuerza, alguien vendrá y limpiará este desastre.

La playa ofrece impresionante arena blanca y aguas cristalinas y cálidas. Desafortunadamente, los propietarios de la playa privada han bloqueado el acceso a la playa pública, exigiendo una elevada tarifa de 100 liras turcas por persona. Sin embargo, nos negamos a participar en tales prácticas poco éticas y encontramos una ruta alternativa para disfrutar de la belleza natural de forma gratuita. Pero, recientemente he vuelto a visitar la playa en agosto de 2022 y me complace encontrar que la playa pública ya no está cercada. Ahora, las familias pueden disfrutar del impresionante paisaje sin obstáculos. Sin embargo, con más visitantes viene más basura, por lo que todos debemos hacer nuestra parte para mantener la playa limpia. Además, los visitantes aún pueden disfrutar del restaurante de la playa privada sin restricciones.

La costa es sin duda hermosa, pero la presencia de clubes de playa y sus exorbitantes tarifas pueden convertirse rápidamente en una fuente de irritación. ¿Por qué los visitantes deben pagar una impresionante suma de 300 TL solo para ingresar? Afortunadamente, tropecé con una joya escondida llamada "El lugar de Ibo", donde el propietario cobraba solo 40 TL por persona e incluso nos proporcionó sombrillas y cómodas sillas de playa. Sin embargo, es desalentador ver que una pequeña porción de la vasta costa está reservada para unos pocos selectos. Es una lástima que las personas se sientan impulsadas por el deseo de exclusividad, lo que las lleva a ser aprovechadas por clubes de playa oportunistas.

Turquía presume de una playa prístina que es incomparable en belleza. El agua es cristalina y la arena es tan suave como la seda. La playa emana un aura del Caribe, con sus aguas turquesas y arena blanca. Lo mejor de esta playa es la tranquilidad y serenidad que ofrece. Es un lugar perfecto para relajarse y descansar en medio de los sonidos calmantes de las olas.

Una impresionante extensión de arena que parece no tener fin, esta playa es una verdadera joya. El agua es cristalina y poco profunda, convirtiéndola en un lugar ideal para familias con niños pequeños. El único inconveniente son las opciones de estacionamiento limitadas; a menos que esté dispuesto a pagar por el acceso al club de playa al comienzo de la playa, deberá dejar su automóvil a unos pocos cientos de metros de distancia en el borde de la carretera. Sin embargo, la belleza de esta playa bien vale el esfuerzo adicional.