La playa ofrece excelentes instalaciones y un paisaje impresionante, sin embargo, los precios exorbitantes dejan mucho que desear. El costo de una cama individual es una cifra asombrosa de 1000 liras, muy lejos de la tarifa estándar de 200 liras en otras playas. Lamentablemente, mi experiencia fue aún más empañada por las regulaciones arbitrarias impuestas en las instalaciones. No se especificó explícitamente que la comida o bebida externa estuviera prohibida, incluyendo el agua, lo cual fue bastante desconcertante. En consecuencia, he calificado esta playa con dos estrellas.