Se debe tener precaución al cenar en este restaurante debido a los precios dobles y la mala calidad. Mi reciente visita a este establecimiento me dejó extremadamente insatisfecho, y creo que es importante compartir mis preocupaciones.
En primer lugar, es crucial tener en cuenta los precios aquí. Cuando reciba el menú y elija una comida, asegúrese de recordar cuidadosamente los precios listados y tal vez incluso tomar notas. Esta precaución es necesaria porque cuando llegue el proyecto de ley, notará una diferencia impactante: los precios se duplicarán sin ningún aviso o explicación previa. Es un claro intento de engañar a los clientes e inflar la cantidad final.
Además del tema de los precios deshonestos, la calidad de la comida en sí era terrible. Estábamos realmente preocupados por la posibilidad de que nos sirvieran platos inseguros o contaminados. La falta de frescura era evidente, y el plato de calamar aparecía como si hubiera sido comprado previamente empaquetado en un supermercado.
Además, los estándares de limpieza del restaurante estaban lejos de ser satisfactorios. Para nuestra decepción, encontramos un cabello en uno de los platos que pedimos, lo que indica una falta de protocolos de higiene adecuados.
Para hacer las cosas aún más extrañas, el comportamiento del camarero no era profesional. El pan y el agua fueron traídas a nuestra mesa sin nuestra solicitud, y nos cobraron 4 euros escandalosos por estos artículos solo en el proyecto de ley. Para nuestra sorpresa, el camarero tomó nuestra botella de agua y la vertió para asustar a algunas mascotas jugando debajo del balcón. Era una vista incómoda e inquietante.
Inicialmente, no noté la diferencia de precio en la factura. Sin embargo, tras un examen cuidadoso y el recuerdo de los precios del menú, quedó claro que habíamos sido sobrecargados significativamente. Después de pagar aproximadamente 37 euros por tres pequeños platos, que me pareció excesivamente caro, persistí en solicitar el menú al camarero. A pesar de la resistencia inicial, finalmente la obtuve. Los precios del menú eran completamente diferentes de lo que nos habían cobrado. Fue un caso claro de fraude que solo se rectificó cuando los confronté. De mala gana devolvieron 12 euros, reconociendo que el precio real debería haber sido de 25 euros. Incluso con este ajuste, el costo se mantuvo irrazonablemente alto teniendo en cuenta la calidad inferior de los platos servidos.
Teniendo en cuenta el precio engañoso, la mala calidad de los alimentos, la falta de limpieza y el comportamiento no profesional, les aconsejo a la cena en este restaurante. Es lamentable que tales establecimientos empañen la reputación de la escena culinaria local. Manténgase vigilante y elija sabiamente para garantizar una experiencia gastronómica agradable en Turquía.