Ubicada en la costa sur, esta playa es realmente icónica, cuenta con imponentes acantilados blancos y una vasta playa pedregosa que se hace visible durante la marea baja. Su faro reconocible instantáneamente se suma a su encanto. Una de las cosas que distingue a este lugar es la presencia de una resistente escalera de metal, que proporciona un acceso rápido y fácil a la playa, una rareza en esta área. Hay un amplio estacionamiento pagado disponible, aunque los miembros de National Trust pueden disfrutarlo de forma gratuita escaneando su tarjeta de membresía. Sin embargo, tiende a estar bastante lleno durante la temporada alta, por lo que para una visita más pacífica, es aconsejable llegar temprano o tarde. Cuando visité, el ambiente era realmente encantador, con el sol de la noche lanzando un cálido brillo sobre las austeras cabañas de la guardia costera y el sonido de las olas que lamían suavemente en la orilla. Si eres fanático de Birling Gap, te recomiendo hacer un viaje por la costa a Cuckmere Haven y las Siete Hermanas, donde puedes disfrutar de hermosas caminatas y impresionantes vistas costeras.