Mientras paseaba por la playa, me sorprendió encontrar una atmósfera bastante ruidosa debido a la música animada que tocaban los bañistas, la cual a menudo chocaba con las melodías que emanaban del bar cercano. A pesar de esto, la playa en sí misma era un espectáculo cautivador, con sus poderosas olas rompiendo en la orilla. Aunque las nubes oscurecían la puesta de sol, disfruté de mi paseo por la costa. Sin embargo, es esencial ser consciente de dónde se estaciona, ya que hay varios pequeños desvíos que pueden llevarte por mal camino, causando cierta incomodidad después del anochecer.