Para aquellos que buscan escapar de las concurridas multitudes de Waikiki, esta playa es una verdadera joya. Con olas suaves pero emocionantes y aguas cristalinas, es un paraíso tanto para surfistas como para nadadores. Aunque el estacionamiento es pequeño, llegar temprano asegura una experiencia de estacionamiento sin problemas.
Desde el estacionamiento, una vista impresionante espera. Millas y millas de aguas vírgenes se extienden ante ti, invitándote a sumergirte y explorar.
Aunque no hay instalaciones en la playa, esto solo añade a su encanto. Menos bañistas significa más tranquilidad y paz. Absorbe la atmósfera serena y deja que tus preocupaciones se desvanezcan.
¿Te sientes aventurero? El sendero de Diamond Head está a un tiro de piedra. Da un paseo tranquilo por el sendero, toma algunas fotos de las impresionantes vistas y luego dirígete a la playa para refrescarte.