¡Ah, la infame Pequeña Playa! A pesar de las señales que advierten contra la desnudez, este paraíso arenoso sigue siendo un lugar popular para aquellos que prefieren deshacerse de su ropa. Se rumorea que el estatus de parque estatal es el culpable de la ocasional multa a los bañistas desnudos, con multas que alcanzan los $130. Aunque la aplicación de la ley es rara, parece que los jueves, viernes y sábados a las 4:00 PM son los momentos para tener cuidado. Pero no temas, porque los Amigos de la Pequeña Playa están en una misión para mantener viva y bien esta tradición de 70 años. Únete a su causa y disfruta de la belleza de este paraíso natural.