Esta gira definitivamente vale la pena, ya sea que elija ir en lancha rápida o catamarán, al bar flotante que ofrece una variedad de opciones de bebidas. Recomiendo probar las ostras frescas 🦪 también. Los bancos de arena que se hacen visibles durante la marea baja son realmente una vista cautivadora. Barra de Miguel es, sin duda, una playa increíble.
La playa es serena y deslumbrante con su arena dorada, y parece ser pasada por alto tanto por los lugareños como por los turistas. Sin embargo, la ciudad se está expandiendo gradualmente hacia esta dirección.
Cada uno de nosotros pagó alrededor de 50 reales (para un grupo de 6 personas) para tomar un pequeño barco a las piscinas naturales. Una vez allí, encontramos otros barcos que ofrecían bebidas y comida a precios inflados, pero las bebidas realmente valían la pena. Pasamos aproximadamente 2 horas en las piscinas, y el operador del barco intentó engañarnos diciendo que había perdido su billetera. A pesar de eso, fue una experiencia muy agradable en general.