Esta playa es una autĂ©ntica joya, enclavada en medio de la nada. La arena es tan fina y prĂstina que caminar sobre ella es como flotar en una nube. El agua es tan cristalina y poco profunda que bañarse en ella es como sumergirse en una piscina gigante. Es el lugar perfecto para escapar del ajetreo y el bullicio de la vida cotidiana y simplemente relajarse en el abrazo de la naturaleza. CrĂ©eme, no querrás abandonar este pequeño paraĂso.
Para disfrutar plenamente de la playa, asegĂşrate de llevar monedas para las duchas de pago que duran solo 30 segundos. El paddleboarding es una actividad popular, pero ten en cuenta que hay pocos boyas para anclarse. Afortunadamente, hay un área designada para nadar segura para aquellos que prefieren quedarse cerca de la orilla. Aunque hay árboles que proporcionan algo de sombra, los mejores lugares se llenan rápidamente. La playa puede estar bastante concurrida, especialmente con muchos niños alrededor. Debido a su ubicaciĂłn expuesta, hay algunas olas que pueden ser disfrutadas por nadadores más experimentados. El agua se profundiza cerca de la orilla, lo que la convierte en un gran lugar para aquellos que disfrutan nadando. La impresionante vista de la montaña al otro lado de la bahĂa es una vista impresionante. Finalmente, el mar está limpio e invita a un refrescante baño.
Este puerto es pequeño pero encantador, ofreciendo un puñado de excelentes restaurantes y un encantador bar de playa. Tiene todo lo que necesitas para relajarte y disfrutar. La playa cercana es especialmente perfecta para los niños, con sus costas arenosas y un tramo aparentemente interminable donde puedes caminar por lo que se siente como cientos de metros. Se lo recomiendo a cualquiera que busque un dĂa pacĂfico y rejuvenecedor.