Cuando llegamos, algunos soldados se nos acercaron y nos informaron que la playa es exclusivamente para el personal militar.
La comida en la playa es consistentemente decente, aunque el resto de la experiencia deja mucho que desear. El área de la cubierta necesita desesperadamente reparación y mantenimiento, lo que la convierte en un lugar desagradable para relajarse. A pesar de los baños limpios, el ambiente general es poco emocionante y poco acogedor.