Esta playa es relativamente tranquila en comparación con las más grandes del lado opuesto del puerto. La vista hacia el sur es bastante agradable, ya que las últimas colinas de los Pirineos descienden hacia el mar. Sin embargo, a veces puede ser un poco ventoso.
Los paisajes son impresionantes, incluso durante la temporada de invierno. ¡Definitivamente vale la pena visitar!