La playa es vasta y tiene arena suave. ¡Es difícil imaginar que se vuelva demasiado concurrida!
Hay una pequeña playa ubicada a las afueras de la ciudad con algunos puestos de comida agradables y la opción de tomar clases de surf.
Estábamos de vacaciones y queríamos cenar en un restaurante con una vista al mar. ¡Afortunadamente, encontramos uno! La vista era increíble, a pocos metros de la playa. La terraza era pequeña pero agradable. El servicio fue excelente, y el gerente nos cuidó mucho. Y la comida, ¡oh Dios! Era fresco, casero y absolutamente delicioso. ¡Lo disfrutamos tanto que decidimos volver al día siguiente antes de regresar a casa! Los precios eran razonables, las porciones fueron generosas y la presentación fue excelente. La calle estaba muy tranquila. Todo fue fantástico. ¡Ojalá viviera más cerca de este restaurante! Si está buscando un excelente restaurante cerca del océano, ¡le recomiendo este!