Hace años, nos alojamos en el parque de vacaciones con nuestro perro, y durante ese tiempo, la playa fue designada para perros. Recientemente, decidimos volver a visitar la playa, que tenía un entorno notable rodeado por un bosque y contaba con una impresionante costa arenosa. El agua era prístina y tranquila, lo que lo hacía perfecto para nadar. Sin embargo, ahora se ha transformado en una reserva natural, prohibiendo cualquier acceso, y mucho menos nadar. Nos decepcionó este cambio, ya que solía ser un lugar maravilloso para nuestro perro.