¡Este destino es una joya absoluta para una escapada corta! Las playas son inmaculadas e incluso hay un área designada para los dueños de perros para tomar el sol con sus amigos peludos. Aunque los restaurantes cercanos pueden ser costosos, hay una multitud de opciones para elegir. Es recomendable llevar un paraguas y suficiente agua para mantenerse hidratado. Ten en cuenta que hay una tarifa de entrada de 2€. Además, prepárate para caminar un poco desde el estacionamiento hasta la playa, aproximadamente de 10 a 15 minutos, asà que no olvides aplicarte protector solar.
La playa es absolutamente impresionante, especialmente cuando el sol brilla y una suave brisa te refresca mientras caminas sobre la arena clara con guijarros. Además, el agua es cristalina y refrescante.
Kuehlungsborn, el primer lugar donde puse los ojos en el Mar Báltico, siempre tendrá un lugar especial en mi corazĂłn. A pesar de los cambios en las tiendas y los precios a lo largo de los años, la magia de esta playa sigue presente. No dejes que nadie te diga que está abarrotada: la playa es lo suficientemente espaciosa como para disfrutar de cierta privacidad sin sentirse como sardinas enlatadas. Además, las olas son absolutamente impresionantes: solo asegĂşrate de tener cuidado con su fuerza. Y si te apetece un poco de indulgencia, incluso hay un bar en la playa para que puedas tomar una cerveza frĂa o champán. En resumen, una experiencia limpia y maravillosa.