La playa de Zingst es un lugar impresionante para dar un paseo, sin embargo, hay pocos baños disponibles. Si estás de vacaciones con tu perro, tendrás que recorrer una buena distancia para llegar a la playa designada para perros.
Esta playa no es más que un lugar mundano para nuestro amigo peludo. La arena es gruesa y el agua es turbia. El ambiente es aburrido y poco acogedor, sin ningún indicio de emoción o aventura. Nuestro perro parecía poco impresionado e desinteresado, y no podíamos culparlo. La playa carece de encanto o carácter, lo que la convierte en una experiencia olvidable.