Esta playa en Grecia es considerada una de las mejores. Puede que no tenga instalaciones organizadas, o al menos no de manera constante, por lo que es recomendable llevar una sombrilla o buscar sombra bajo un árbol. ¡Por cierto, es necesario tener un coche para acceder a esta playa!
Esta encantadora playa es una verdadera joya, completa con un emocionante punto de salto hacia un refrescante hoyo. Para una experiencia más aislada, es mejor llegar temprano y evitar las multitudes. Ten en cuenta que encontrar sombra puede ser un poco desafiante, así que no te quedes demasiado tiempo. En general, este oasis escondido es una visita obligada para cualquier amante de la playa que busque aventura y tranquilidad.
Esta playa es verdaderamente una joya, con sus aguas prístinas que son tan claras que puedes ver cada detalle del fondo del océano. La arena es de un hermoso tono blanco, casi como la tiza, y no se adhiere a tu piel como en otras playas. El bar de la playa es un gran lugar para relajarse, con una selección decente de música y un personal amable que siempre está dispuesto a ayudar. Los precios son razonables, con un conjunto de sombrillas que cuestan alrededor de 20 euros, y los aperitivos son deliciosos y con precios justos dada la ubicación remota de la playa. Aunque no hay baños debido a las regulaciones locales, esto no resta valor a la experiencia general de este lugar tranquilo y relajante. Aunque puede ser un poco difícil llegar, definitivamente vale la pena el esfuerzo para experimentar este pedazo de paraíso.
Esta playa serena y pintoresca irradia tranquilidad y belleza. Los vestigios de una antigua civilización añaden un elemento intrigante a la ya cautivadora escena.
Esta playa de arena se encuentra a un tiro de piedra del pueblo, a menos de 10 minutos de distancia. Cuenta con una gran extensión de costa, lo que garantiza que la superpoblación y el desorden nunca sean un problema. Aunque no esté organizada, esto solo añade encanto, permitiéndote llevar todo lo esencial para una experiencia verdaderamente personalizada. Aunque la playa está salpicada de árboles de tamarindo, son pequeños y no proporcionan suficiente sombra, por lo que se recomienda encarecidamente llevar una sombrilla. Las tranquilas y poco profundas aguas de la playa la convierten en el lugar perfecto para que los niños jueguen y se diviertan, y la falta de viento solo añade a la atmósfera idílica.