La playa serena es un remanso de tranquilidad, libre del ajetreo y bullicio de las multitudes. Ofrece el escape perfecto para relajarse antes de la avalancha de lugareños que suelen acudir alrededor de las cinco de la tarde.
Cuando se visite esta playa, es recomendable hacer arreglos para el sustento de antemano. Además, se aconseja llevar un paraguas en caso de que las horas de la mañana hayan transcurrido, ya que puede resultar difícil encontrar una tumbona desocupada.