Esta playa es como cualquier otra, sin nada especial que ofrecer. La arena es simplemente aceptable y hay algunas comodidades básicas como una ducha y cabañas para cambiarse. Lo único remotamente interesante es la isla cercana con una iglesia, pero solo los nadadores más valientes podrían intentar llegar a ella. En general, esta playa es promedio y no vale la pena desviarse para visitarla.
La playa está limpia y se extiende a una buena distancia, con pequeñas piedras esparcidas por todas partes.
El acceso a la playa no está muy limpio, lo que la hace menos adecuada para los niños pequeños. Sin embargo, la playa en sí está cubierta de piedras. Por otro lado, el agua es increíblemente vibrante y impresionante.
Esta pequeña y serena escapada frente al mar ofrece una íntima huida del ajetreo y el bullicio de la vida cotidiana. La atmosfera tranquila invita a relajarse y deleitarse en la belleza natural del entorno. Con su encanto modesto, esta playa es una joya escondida esperando ser descubierta.