Hay sin duda margen para la mejora cuando se trata del parque de playa. El camino que lleva al parque es bastante sucio, lo cual no es exactamente la mejor primera impresión. Sin embargo, una vez que entras, el espacio es bastante encantador y la pequeña playa de arena es verdaderamente impresionante. Desafortunadamente, llegamos después de las 6 pm y los accesos ya estaban cerrados, por lo que perdimos la oportunidad de disfrutar del atardecer en la arena. A pesar de la belleza de la playa, las instalaciones son bastante rudimentarias. Hay que pagar para usar las antiguas duchas, no hay jabón en los baños y no hay papelera en el baño de mujeres. Además, el internet solo está disponible en la recepción. El personal es amable, pero no pudieron proporcionar información clara sobre cosas como el horario de apertura del restaurante y de la playa. También se puede escuchar la canción nacional sonando desde el puerto, lo cual no es necesariamente molesto. En general, espero que mi calificación de tres estrellas inspire al parque a realizar algunas mejoras muy necesarias.
Esta playa tranquila e inalterada presume de una atmósfera serena con una afluencia mínima de personas y un refrescante arroyo de agua dulce. Perfecta para emprender largos paseos, ya que la extensión de arena se extiende por kilómetros. Sin embargo, la presencia de desechos plásticos en la orilla resta esplendor, lo que resulta en una calificación de 3 estrellas. No obstante, es un destino que vale la pena explorar si se encuentra en las cercanías.
La playa es un lugar absolutamente impresionante, rodeado de fragantes pinos y ofreciendo vastas extensiones de costa arenosa. El mar es cristalino e invitador, proporcionando el escenario perfecto para un día de relajación y diversión bajo el sol. Las playas mismas parecen interminables, proporcionando un amplio espacio para que los visitantes se dispersen y disfruten de su propio paraíso. En general, este es un destino excepcional para cualquiera que busque escapar del estrés de la vida cotidiana e sumergirse en la belleza natural de la costa.