Lamentablemente, mi experiencia en la playa no fue placentera. Intentamos cenar tarde, alrededor de las 9:30 pm, pero la pizza que ordenamos resultó ser incomestible. Para empeorar las cosas, esperamos más de tres horas para que llegara nuestra comida, y cuando lo hizo, parecía haber estado expuesta al aire libre durante horas. Además, el personal no estaba uniformado, lo cual fue preocupante. En resumen, aconsejaría enfáticamente no visitar este lugar, ya que me hizo sentir enfermo. Solo le di una estrella porque era el mínimo, pero incluso eso parece demasiado generoso.
El servicio en esta playa fue excelente, con la opción de alquilar botes de pedales y kayaks. La comida fue agradable, aunque en los fines de semana se podía esperar un poco más. La única cuestión menor fue que las sombrillas podrían haber estado un poco más separadas, pero aún así era manejable.
La playa fue una delicia inesperada, ofreciendo una atmósfera serena y pacífica, con una playa de guijarros cercana y agua cristalina y prístina. Sin embargo, lo que realmente distingue a este lugar es la naturaleza cálida y acogedora de los gerentes, Giuseppe y Rosa. Fueron increíblemente serviciales y complacientes durante toda nuestra estancia. Es una lástima que nuestras vacaciones hayan llegado a su fin, pero recomiendo encarecidamente este destino a cualquiera que busque una experiencia de vacaciones memorable. 😊❤️