Al llegar a Sardegna-Costa Esmeralda, nos aventuramos a la playa como primera parada. A pesar de la multitud a las 4 de la tarde, nos sorprendió gratamente la arena prístina y las aguas cálidas y refrescantes. La playa estaba impecablemente limpia y el agua era tan clara que podíamos ver el fondo. Además, la tarifa de estacionamiento de 1,50 por hora era razonable y conveniente. En general, fue una experiencia encantadora que estableció el tono para el resto de nuestro viaje.
Esta playa es un auténtico deleite y se puede llegar fácilmente en coche. Aunque el agua puede no ser tan cristalina como en otras playas, es increíblemente serena y no tan congestionada como sus contrapartes vecinas. Además, este lugar es perfecto para observar yates, ya que hay muchas amarras justo frente a la costa.
Indudablemente, Tuerredda destaca como una de las playas más excepcionales de Sardegna. Nuestra exploración de la región nos llevó a numerosas playas, pero Tuerredda encabezó la lista como nuestra favorita. Las aguas cristalinas y la arena prístina hicieron de la experiencia algo verdaderamente inolvidable, especialmente cuando se combinaron con la impresionante puesta de sol. Además, el acogedor bar en la playa nos brindó todo lo que necesitábamos, aunque es importante tener en cuenta que la cocina cierra a las 4 pm. El estacionamiento es gratuito, pero recomendamos traer su propia sombrilla ya que alquilar una en la playa puede ser bastante costoso, a 40 EUR durante julio.
Esta playa es una joya escondida, incluso durante el bullicioso mes de agosto. Una visita es imprescindible para cualquier amante de las playas. El agua cristalina no es absolutamente la mejor de Cerdeña, pero sigue siendo impresionante. El paisaje es simplemente deslumbrante, y lo mejor de todo es que hay muy pocas personas alrededor. A diferencia de las playas abarrotadas cercanas, aquí puedes disfrutar de un tiempo tranquilo y en soledad. Sin embargo, llegar a la playa no es una tarea fácil. Puedes optar por alquilar un kayak o nadar hasta la playa, que es la opción más fácil. Alternativamente, puedes optar por la ruta más desafiante y atravesar las rocas, lo que requiere cierta habilidad física y equilibrio.
Esta encantadora playa merece una visita, pero puede ser sabio evitarla durante el bullicioso mes de agosto.