El mar es excepcionalmente sereno e imperturbable durante los dĂas de la semana, con una orilla inmaculada y despejada. La ciudad en sĂ es pequeña, pero presume de un ambiente sorprendentemente puro e higiĂ©nico.
La playa carece de comodidades básicas como baños y facilidades de lavado. Un restaurante de fideos, que parece haber estado allà por un tiempo, está ubicado justo en frente de ella, pero parece estar fuera de servicio. Incluso si estuviera abierto, no parece ser un lugar donde uno quisiera cenar.
Esta playa en particular está adornada con una multitud de llanuras de marea que añaden a su encanto natural. Las suaves olas de Dongjuk proporcionan una experiencia tranquilizante y relajante, perfecta para aquellos que buscan un escape pacĂfico del ajetreo y el bullicio de la vida diaria.