Nada especial cuando la marea está baja. Las vistas están bien y las olas son pequeñas. Las aguas del Mar Cantábrico son frías, así que si no estás acostumbrado, puede ser un poco de shock. No realmente vale la pena repetir.
Este es un lugar impresionante al que se puede llegar fácilmente en coche. Seguirás un camino a través de un fragante bosque de eucaliptos hasta llegar a la impresionante playa. El mar es de un vibrante tono azul y hay muchos bares y un amplio estacionamiento. Definitivamente vale la pena visitarlo - ¡altamente recomendado!
Este lugar es genial, pero tienes que tener cuidado con las mareas. Hay un bar en la parte superior con una vista increíble, pero el personal podría ser un poco más amable. Hay estacionamiento arriba y abajo y el vermut local definitivamente vale la pena probarlo.
La pequeña y serena playa es un lugar maravilloso para relajarse, pero es importante tener en cuenta que puede no ser adecuada para niños menores de 10 años debido al acceso potencialmente peligroso. Durante la marea alta, el acceso puede ser cortado, lo que podría resultar en quedar varado hasta la próxima marea baja.