Este lugar estaba lejos de ser ideal. La zona para tomar el sol tenĂa una bonita vista al mar, pero los vestuarios eran muy básicos y no particularmente limpios. DecidĂ ir a nadar en diciembre, y el agua estaba helada cuando entrĂ© por primera vez, aunque era soportable despuĂ©s de un tiempo. Si te quedaras quieto por un minuto, obtendrĂas la misma experiencia de spa de peces que en Tailandia, lo cual es una sensaciĂłn realmente extraña. Las gafas o un snorkel pueden valer la pena, si quieres ver los coloridos peces en las piscinas. NadĂ© en la piscina mediana primero y lo disfrutĂ©, asĂ que decidĂ probar la más grande. Cuando lleguĂ© allĂ, notĂ© que una joven española se preparaba para entrar. Cuando me acerquĂ©, se quitĂł toda la ropa y se uniĂł a mĂ en la piscina. Dada la diferencia de edad entre nosotros, fue una experiencia incĂłmoda.