Esta playa cerca de A Ribela era una verdadera joya: tuvimos la suerte de tenerla toda para nosotros durante unos minutos en pleno verano. La playa era pequeña, pero bien mantenida. Cuando la marea estaba baja, incluso se podían acceder a algunas cuevas que habían sido talladas por el movimiento del mar. Fue una experiencia verdaderamente mágica!
Esta playa está ubicada en el medio de la ciudad, y es un gran lugar para visitar. Las instalaciones eran muy agradables, y el agua estaba limpia con olas agradables. Después de dejar la playa, hay dos bares cercanos. Recomendamos la cervecería Kiko por su excelente servicio. El otro bar no está a la misma altura.
Debes tener precaución al nadar durante la marea alta, ya que puede envolverte rápidamente con solo unos pocos pasos.