La playa, una vez prístina e intocada, ha sucumbido desafortunadamente a los efectos negativos del desarrollo humano. La construcción de un hotel-condominio ha arruinado la belleza natural de la zona, dejándola llena de basura e inhóspita. Es una lástima que este paraíso, una vez inmaculado, haya caído víctima de las manos del progreso.
Esta playa es una absoluta delicia, desprovista de cualquier distracción como sillas o motos acuáticas, permitiendo un ambiente sereno y tranquilo.