Las aguas vírgenes de la playa eran un espectáculo digno de contemplar. Las cristalinas olas acariciaban suavemente la orilla, invitándome a sumergirme y experimentar la refrescante frescura del océano. Las personas alrededor eran cálidas y acogedoras, haciéndome sentir como en casa. Este verano fue verdaderamente inolvidable, lleno de recuerdos que atesoraré para siempre.
La playa con un paisaje impresionante. Aún mejor es la vista desde lo alto del acantilado, que ofrece un panorama aún más impresionante. Ya sea que estés en la playa o arriba, la belleza es innegable. Desafortunadamente, durante el invierno y la primavera, la playa está desprovista de cualquier actividad, ya que todos los restaurantes cierran.
Llegamos hace tres días y pedimos cuatro comidas para adultos y dos comidas para niños por un total de 190 dinares. La cabaña se proporcionó de forma gratuita para las cuatro comidas. Sin embargo, hoy, cuando hicimos exactamente el mismo pedido, nos costó 256 dinares. Cuando preguntamos por el cambio, nos dijeron que la cabina ya no estaba incluida, ya que el sistema se había modificado en apenas tres días. Esta experiencia nos ha dejado decepcionados y no recomendaríamos este lugar.