La playa no es muy conocida, excepto entre los lugareños. Sin embargo, para aquellos que la visitan, la belleza natural es impresionante y el mar forma una cala única. Durante mucho tiempo, solo estábamos mi esposa y yo, con el relajante sonido de las olas. Es un lugar perfecto para aquellos que buscan tranquilidad. No hay cabañas y si no traes tu propia agua, no hay instalaciones para conseguirla. La playa está cubierta de piedras en lugar de arena, lo cual personalmente nos encanta. Y lo más importante, sin ninguna señalización oficial, han dividido la playa en secciones para hombres y mujeres, según sus creencias. Todos parecen cuidar de algo e intentar establecer sus propias reglas. Fue genial que pudiéramos encontrar el lugar que queríamos.
El nombre de este lugar es definitivamente una exageración. Lo encontré por casualidad y rápidamente me di cuenta de que tanto la carretera como la costa son difíciles de recorrer. Mi consejo sería seguir conduciendo y no parar aquí. Parece ser más adecuado para los locales.