La playa está lejos de ser un paraíso natural. Está abarrotada de gente y llena de basura, ya que los visitantes no se molestan en limpiar después de sí mismos. La orilla es estrecha y el agua es turbia y fangosa, lo que la hace poco atractiva para nadar o realizar cualquier actividad acuática. El olor que emana del estuario y algunas plantas es desagradable, lo que contribuye a la experiencia general desagradable. El camino que lleva a la playa es sin pavimentar y lleno de baches, lo que hace que la conducción sea un desafío, especialmente después de una fuerte lluvia. Visitamos una vez, pero no tenemos planes de regresar, ya que no cumplió con nuestras expectativas.